jueves, 28 de octubre de 2010

EL ALTAR DE MUERTOS

ELEMENTOS Y SIGNIFICADO 
 Altar de Muertos
es un elemento fundamental en el conjunto de tradiciones mexicanas del día de muertos,que consiste en instalar altares domésticos en honor de los muertos de la familia. En esta tradición indígena, podemos descubrir las "semillas del Verbo", que están presentes en todas las culturas. Podemos ver sus elementos desde la luz de nuestra fe.
 EL  ARCO:
Por lo general, el altar se hace sobre una mesa, en donde se colocarán  “las Ofrendas”.
Este altar debe estar “encerrado” dentro de un  arco que, según los estudiosos del fenómeno religioso,
crea un espacio sagrado. De ser posible, es de carrizo (El carrizo era una planta muy significativa para nuestros Antepasados).
 El uno (cada parte del arco) denota imperfección; pero, la unión de dos elementos constituye la perfección: el arco es unir la imperfección terrena; en el arco se crea la plenitud, se logra el aunamiento de la gente en la tierra.  El arco, también, une la tierra con el cielo.
 El significado es obvio: el pueblo seguirá vivo porque tanto los de "ayer " como los de "ahora' nos mantenemos unidos porque estamos ya dentro del mismo espacio, en donde participamos del mismo alimento
 Aquí confluyen tanto nuestra raíz antigua como la Palabra de Jesús. (Jesucristo es el primero de los resucitados y después lo siguen todos los demás hermanos suyos y nuestros):.
 El arco se adorna con:
 -Papel: para nuestros antepasados era muy importante el  amatl (que era el papel que ellos sacaban de la corteza de unos  árboles) porque allí se “escribían” (pintaban) los amoxtli (códices) que era algo sumamente delicado. (Era escribir la historia) Los “tlacuilos” (escribanos) eran las personas que conocían “el rojo y el negro”; “el día y la noche” (la sabiduría).
Los “Abuelos” (los Antepasados, nuestros difuntos)) son los verdaderos sabios que ya conocen la auténtica Sabiduría de la vida.
 -Frutas: de toda clase (generalmente: del tiempo)
Estos frutos pueden tener un  significado doble: los frutos de los Abuelos, que somos nosotros; y nuestros propios frutos que nosotros les ofrendamos a ellos..
 -Las flores:
 Dentro de la simbología india, la  flor (junto con el canto:“flor y canto”) es lo más hermoso que puede haber en la tierra.
 La flor es el reflejo de la Verdad  divina. (El  colibrí, huitzitzilin, es el símbolo de Huitzilopochtli- el colibrí izquierdo- y del lado izquierdo- según ellos se orientaban- sale el Sol) y se alimenta de flores (y de “corazones floridos”: los corazones de los guerreros que le eran ofrendados).
Nuestro corazón debe ser como una flor: reflejo de la Verdad y Hermosura de Dios.
Los Abuelos ya “florecieron”; ya fueron gente verdadera y  ahora nos invitan a lo mismo.
 La flor por excelencia para esta ocasión es el  Cempoalxochitl  (“flor veinte”: flor por excelencia;para ellos el  veinte es la medida de la perfección ya que veinte son las unidades- dedos- de la persona humana, y la persona humana es la  perfección de toda la creación).
 El color amarillo es el signo del Sol Naciente: del Oriente nace el SOL; allí tiene origen  la VIDA. (Dios es el “Dador de la Vida ”)
 El significado es obvio: el espacio  sagrado que hemos creado  con el arco  es un  espacio de vida, don de Dios; los que quedamos dentro de ese arco; nos hacemos partícipes de ese  “Sol que nace de lo Alto” que es Cristo.

 El "CAMINITO"  
que se hace con las flores, de la entrada de la casa hasta el altar;  el que  se hace en el templo; el que se hace  hasta el panteón, significa que  esperamos a  los que ya viven ahora  en la plenitud de la Verdad , de la Belleza. ( En donde se puede, se hacen cuarenta manojitos  de cinco flores cada uno y esos adornan todo el arco; el significado es muy claro: es el deseo de vivir en plenitud los ideales  que ya vivieron nuestros antepasados, siguiendo a nuestro Maestro).

LA COMIDA:
 Nuestro altar, en gran parte, es una mesa, la mesa en donde se reúne la Familia para comer y platicar: compartir. La comida siempre  es Vida: comemos para vivir, "El  que  come de este Alimento tendrá una  vida que no se acaba”, dijo Jesús. Lalegría más grande de los padres de familia es ver reunidos a sus hijos- todos- compartiendo todos, todos aportando lo que tienen.   Nuestro Padre Dios. "para  quien  no hay muertos sino vivos", es el más feliz cuando nos ve a todos sus hijos compartiendo todo lo que El nos da.  La comida también es Viático (comida para el camino, bastimento…)   Con esta comida tomamos fuerza para seguir andando  hasta donde nos están esperando  los que ya llegaron al término del CAMINO.  Se les ofrece comida a los muertos porque, como nos aseguró Jesús, ellos están vivos... 
Los antepasados ponían platos  de dos en dos por la razón que ya dijimos: unión, comunidad ...
También  se le ofrecía el plato a los visitantes acompañado de cinco flores  de cempoalxochitl. (Queremos que nuestro ofrecimiento  sea, ante todo, algo que nace de nuestro corazón, semejante al de Dios: verdadero- por el significado de flores- , auténtico, lleno de vida).
 Un platillo que no podía faltar era el mole de guajolote, por dos motivos muy fuertes:

   1.- Por ser el mejor alimento que se tenía.
   2.-Pero, sobre todo, por ser ave. (La pluma, por su misma esencia, vuela; es el intermediario entre Dios y la gente.  Al  comer  el  ave, establezco la comunión entre el cielo y la tierra; participo de la misma comida; me hace un solo ser con quien la comparto).
(Quizá ahora ya no sea tan fácil conseguir el guajolote; pero el ideal es el mismo: que el ave nos haga encontrarnos en la misma mesa Dios y nosotros). 
Otro alimento indispensable es el “Pan de Muertos”.
En la fiesta  que  los antepasados hacían a Macuilxochitl (“Cinco Flores”), ofrecían maíz tostado revuelto con miel v con harina de semillas de amaranto (“alegría”) y hacían figuritas  de rayo, mariposas, redondas…; otros ofrecían como “muñequitos”(exvotos los que nosotros llamamos “milagros”) hechos de la misma masa, eran como su “pan de fiesta”: sagrado y después con ellos “comulgaban”.
(Antes de estas comidas ceremoniales, hacían ayunos de cuatro días; para ellos era de sumo respeto el acercarse a este tipo de comidas).
 Actualmente, en muchos lugares, se ponen un vaso de agua y un pan; estos son exclusivamente para las "animas” (almas); el significado:” Yo soy el Agua Viva”, dijo Jesús; también dijo: “también dijo: “el que come de este Pan, vivirá eternamente” 
 Algo que es muy importante en el “Día de Muertos” es la participación en la Santa Misa : allí es donde se comparte  el PAN que es el mismo Jesucristo por quien nosotros tenemos la Vida      terrena y eterna.
 LAS VELAS:
 *Nuestros antepasados no tenían velas ni veladoras; para alumbrarse usaban el ocote.
Decían que la sabiduría,  la verdad,  son como una luz que guía a las personas en el camino de la vida; por  eso al  sabio le cantaban: “E! sabio  una luz, un ocote, un grueso ocote que no  ahuma.  Conoce lo que está  sobre nosotros y la región de los muertos”
 Entonces, el encender velas es: querer seguir la luz que son nuestros antepasados y, sobre todo, al “Primero  de entre los muertos” que es Jesucristo. Nosotros, siguiendo su Luz, queremos llegar hasta 
 El y  a donde ellos nos fijaron como destino. (“YO SOY LA LUZ DEL MUNDO y el que me sigue no caminará en -hacia- las tinieblas”, nos aseguró Jesús).

 EL INCIENSO:
 El braserito  o sahumerio o copalero (en muchos lugares el incienso mexicano es el copal) tiene, ordinariamente tres patitas. (El tres es el sevicio de intermediación entre el Cielo y nosotros)
 El incienso es nuestra adoración, nuestra  veneración, nuestra súplica.
En uno de nuestros salmos, suplicamos: “que se eleve a Ti, oh Señor, nuestra súplica, como incienso en  tu presencia”
 La brasa roja  es símbolo del Sol, es el color de Dios. (El rojo nos evoca la sangre de Dios, que quiso darla para que nosotros tuviéramos vida)
 El carbón negro, evoca esa “obscuridad primordial” en donde se está engendrando la vida, la luz, el fuego…
 Y todo el sahumerio, con su carbón y su fuego tienen el profundo significado del seno materno:
Allí en esa “obscuridad” se gesta la vida que, por otra parte, es el mejor “incienso” (alabanza) en honor a Dios: Padre y Madre de todas las gentes.
 Ordinariamente, en nuestras comunidades indígenas, quien enciende y cuida el fuego y todo lo referente al sahumerio son las mujeres y, preferentemente, las más ancianas; el significado: ellas son las que, en nombre de Dios, nos dan y conservan la vida aquí en el mundo y nos dirigen hacia la vida eterna.
 El incienso también se “eleva” hacia aquellos que, en nombre de Dios, nos dieron la vida; por eso les elevamos nuestra gratitud  y les pedimos que seamos, como ellos, trasmisores, cuidadores y merecedores de la vida que no se acaba.
            
LA CONVIVENCIA:
 Para nuestros antepasados, igual  que para Jesús, era  inconcebible una fiesta (y, sobre todo, la comida) si no es en un contexto de compartir-se plenamente. Para los indígenas, como lo  debe ser para el verdadero discípulo de Jesús, es inconcebible el querer excluir a alguien de la fuente de la vida, como lo es precisamente el alimento. Vemos la alegría de nuestros hermanos que, literalmente, se quedan sin nada, con tal de darle al hermano, sobre todo al peregrino (y el “día de muertos o de “todos santos”, como ellos lo llaman, es el día de recibir a todos los que vienen al pueblo o te visitan en tu casa). Jesús nos dijo: “hay más alegría en el dar que en el recibir” y, precisamente en una convivencia quiso instituir el Sacramento que nos hermana a todos.
    LA ORACION:
 En muchas partes, actualmente, se está acostumbrando poner las fotografías  de los difuntos de la casa, junto con imágenes religiosas; creemos que es una  muy buena idea. El evocar la imagen de nuestros antepasados, nos llevará a llevar siempre una vida digna del beneplácito de ellos.
Además, por nuestra fe, los tenemos como intercesores para poder llegar, como ellos, a la VIDA ETERNA
Esos días son días de mucha oración en todas partes: en el panteón, en el templo y al rededor del Altar de Muertos”.
 En la ORACION nos unimos todos: nuestro Padre Dios, Jesucristo NUESTRO PRIMER MUERTO Y RESUCITADO, nuestros hermanos que ya están con El, y nosotros que queremos, cuando muramos, estar con ellos y con Él en la VIDA ETERNA.
 LA FIESTA DE TODOS SANTOS NOS UNE EN EL ALIMENTO  DEL CUERPO; PERO, SOBRE TODO, NOS UNE EN EL ALIMENTO ESPIRITUAL: LA ORACION Y LA CONVIVENCIA EN FAMILIA ¡COMO A DIOS, NUESTRO PADRE Y MADRE, LE GUSTA VER A TODOS SUS HIJOS!.

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